Los coordinadores de esta mesa de trabajo fueron Domingo Gómez Orea (UPM) y Ricardo Segura (MMA).
Los participantes fueron: A. Barbero, L. Calderón, A. del Campo, D. Hernández, J.M. Delgado, F. Estirado, J. Garzón, R. Ibáñez, S. Martín Barajas, B. Mora, J. Inogés, M. Piqueras, E. Sobrino, JR. Martínez, J. Griñán, C. Pelteado.
El documento generado puede descargarse en este enlace : mesa de trabajo de agricultura.
Las principales conclusiones de la mesa de trabajo fueron las siguientes:
1. La agricultura supone una presión muy generalizada en el territorio español por la superficie que ocupa, y en los ríos tiene mayor repercusión en las zonas de regadío y donde es mayor la sobreexplotación de acuíferos, centrando su efecto en la demanda de agua y regulación de los caudales de los ríos, en el aporte de substancias químicas que producen la eutrofización y contaminación de las aguas, y en la ocupación del espacio correspondiente a las riberas o zonas muy próximas a las mismas.
2. Las zonas que se consideran más afectadas por la agricultura se ubican en diferentes puntos de la costa mediterránea, en los tramos medios y bajos de los ríos Ebro, Tajo, Guadiana y Guadalquivir y en las zonas de La Mancha, donde confluyen los regadíos intensivos con la sobreexplotación de acuíferos sobre zonas más vulnerables a la contaminación de las aguas.
3. Las medidas que pueden proponerse para la mejora de la situación actual deben centrarse en reducir el impacto generado con las prácticas agrícolas y en mitigar sus efectos, debiendo ser reforzadas dichas medidas con la mejora de la información disponible por los agricultores y con la existencia de normas de obligado cumplimiento, siguiendo normativas nacionales o europeas o el principio de eco-condicionalidad.
4. La aplicación de los códigos de “buenas prácticas” en la agricultura, el fomento del ahorro de agua y modernización de regadíos, o la implantación de sistemas integrados de gestión ambiental, son consideradas medidas fundamentales para reducir la intensidad de la presión agrícola en los ríos.
5. El establecimiento de franjas protectoras de vegetación siguiendo el trazado de los corredores fluviales, y la conservación del uso agrícola en las zonas periurbanas fomentando su protección como filtros verdes y espacios de ocio y educación ambiental, son actuaciones que podrían mitigar los efectos de la agricultura en los ríos y contribuir notablemente a su mejora ambiental, aumentando al mismo tiempo la diversidad del paisaje y la ocupación de muchos colectivos y organizaciones vecinales.