Los coordinadores de esta mesa de trabajo fueron: Ignacio Doadrio (Museo Nacional de Ciencias Naturales) y Manuel Aldeguer (Comisario de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Segura).
Los participantes fueron: A. de Sosota, B. Elvira, V. Pérez, A. Aranda, R. Asensio, C. Fernández Delgado, G. González, J. A. Martín Ventura, C. Rodríguez, J. Delibes, J. A. Alvaro, D. García de Jalón, I. Vizcaíno Alvarez, F. J. Sanchez, J. García Díaz.
El documento generado puede descargarse en este enlace: mesa de trabajo la invasión de especies exóticas en los ríos.
Las principales conclusiones de la mesa de trabajo fueron las siguientes:
1. Se considera que la invasión de especies exóticas es una de las principales amenazas para la conservación de las especies autóctonas, causando la sustitución y progresiva eliminación de estas últimas a través de la depredación, hibridación, introducción de enfermedades, alteración del hábitat y competencia por los recursos o por el espacio.
2. Las invasiones que sufren los ríos españoles se deben a la alteración del medio acuático, especialmente en los tramos medios y bajos de los ríos, donde el aumento de especies introducidas se hace exponencial a partir de los años 60, coincidiendo con el aumento de la regulación de los caudales (pérdida de la torrencialidad, disminución de los estiajes y homogeneización de los caudales a lo largo del año, y a lo largo de los años).
También la eutrofización creciente de las aguas y la disminución de humedad de los suelos riparios han tenido mucha influencia en la expansión de la flora invasora, creciendo con mayor facilidad en los substratos alterados de las riberas, donde se ha substituido el material permeable de gravas por otro más arcilloso e impermeable o estéril, perdiendo los gradientes naturales de humedad.
3. Es necesario diferenciar entre especie exótica (equivalente a alóctona y no nativa) como aquella que procede de otros países y su presencia se debe a la acción directa o indirecta del hombre; especie invasora, como aquella que se reproduce y va ocupando el lugar de las especies nativas españolas con o sin ayuda de la mano del hombre; y especie traslocada, como aquella perteneciente a la fauna o flora española pero que se ha introducido en cuencas vertientes donde de forma natural no existía anteriormente. En todos los casos, dichas especies pueden estar aclimatadas (perduran y se reproducen por sí mismas) o no al lugar de introducción.
Con estos conceptos podemos considerar que respecto a los peces, en España existen 27 especies exóticas, de las cuales 23 son invasoras y 25 están aclimatadas (se reproducen), teniendo en general una distribución muy amplia, y 12 de ellas una incidencia muy negativa en los ecosistemas fluviales ibéricos. Respecto a la fauna piscícola nativa, con un elevado número de especies endémicas, se considera que 52 especies de las 59 de la fauna piscícola Ibérica tienen algún tipo de amenaza, estando 10 de ellas en peligro crítico y 9 en peligro de extinción.
Respecto a otra fauna, es de resaltar la presencia en los ríos españoles del visón americano, el galápago de Florida y la tortuga china; entre los invertebrados destacan los moluscos con el mejillón cebra, la almeja asiática, el caracol del cieno de Nueva Zelanda y el caracol malasio, y entre los artrópodos es el cangrejo rojo americano el de mayor impacto. Todos ellos corresponden a especies invasoras aclimatadas, muchas de ellas de amplia distribución.
En cuanto a la flora, son muy numerosas las especies exóticas invasoras de la flora ibérica de las riberas, destacando por su frecuencia en las orillas la acacia, el ailanto, el eucalipto, los aligustres japoneses, las variedades de chopos de producción o de jardinería, el sauce llorón y el olmo pedunculado, siendo también muy notable la presencia de especies arbustivas o herbáceas de jardinería (ej. budleya, pita, caña, etc.). Por su negativo efecto en las aguas son también de destacar las especies acuáticas invasoras como el helechito de agua y el jacinto de agua.
Respecto a las especies traslocadas, existen muchos ejemplos de introducción de especies piscícolas ibéricas en determinadas cuencas donde no existían, que han supuesto una causa de declive de las especies endémicas de la zona, así como respecto a la vegetación se ha propagado artificialmente la presencia de chopos y olmos en determinadas regiones donde no había constancia de que estuvieran de forma natural.
4. El motivo de la introducción de especies invasoras en España ha sido en la mayoría de los casos la pesca deportiva y los acuarios, en el caso de la fauna, y la jardinería en el caso de la vegetación, resultando en la actualidad muy difícil su control y reducción de su expansión.
5. Para resolver el problema se proponen varias medidas de gran interés, centradas en los siguientes aspectos: