Si bien es cierto que debemos optimizar los recursos de que disponemos para la conservación priorizando sobre la "fauna carismática", no es menos cierto que esto debe realizarse cuando estas especies cumplan realmente su función estratégica de "paraguas" particular de su hábitat y del resto de las especies que lo comparten con ella. No es fácil movilizar recursos para la conservación de especies pequeñas y poco vistosas pero, sin embargo, en ocasiones es necesario.
Hasta ahora los problemas de conservación se ha asociado a especies de gran tamaño o especialmente atractivas, utilizando criterios, en ocasiones, subjetivos. El mensaje conservacionista ha logrado de esta forma captar la atención de la sociedad y dar a conocer los principales problemas que atañen a nuestras especies; no obstante, también se han ignorado especies pequeñas con serios problemas de conservación en favor de las más llamativas.
De entre los "mitos" o conceptos erróneos que se tienen de las pequeñas aves de medios abiertos se encuentran los siguientes:
Las especies de aves de pequeño tamaño que habitan en medios abiertos son muy numerosas y está ampliamente distribuidas y, por lo tanto, tienen menor riesgo de extinción que otras especies de mayor tamaño. El avance en el conocimiento de estos ecosistemas indica que estos medios son complejos y muy diversos y que están sometidos a fuertes presiones humanas. Las especies que albergan estos medios exhiben notables diferencias en sus historias vitales, incluyendo atributos como áreas geográficas restringidas y fragmentadas, bajos tamaños poblacionales y altas tasas de depredación que las convierte en vulnerables a la extinción.
En estos medios la disponibilidad de alimento es alta y la productividad de las especies es elevada, lo que permite una rápida tasa de recuperación de las poblaciones de estas especies. Estudios científicos en los últimos años han constatado la reducción numérica de muchas especies de aves en estos medios debido al descenso en la cantidad de alimento en el medio. Además, la productividad de muchas especies sometidas a elevadas tasas de depredación es realmente baja. La tasa de recuperación depende de otros factores además de los anteriores, incluyendo los cambios ecológicos debidos a la disminución del alimento y la fragmentación de poblaciones. No es esperable una recuperación automática de las especies, por lo tanto, en el caso de que cesen los factores que han desencadenado su descenso.