En 1996, se celebró el “Programa de Desarrollo Interpretativo” en el Mather Training Center (EUA). A partir de ese momento, el desarrollo de los tres pilares de la interpretación se convertirá en un aspecto central de la metodología de la disciplina:
Estos tres pilares son la base de todo servicio interpretativo que pretenda ser efectivo.
Es esencial combinar un conocimiento sólido del recurso con un conocimiento de la audiencia y las técnicas interpretativas apropiadas.
Cuanto mayor sea el conocimiento del recurso y de la audiencia por parte del intérprete, y cuanto más apropiadas sean las técnicas para presentar ese conocimiento, habrá más probabilidades de brindar a los visitantes una oportunidad para que formen sus propias conexiones personales con el recurso.
Conocimiento del recurso
Para traducir de forma apropiada los significados de los objetos y recursos patrimoniales de un sitio se debe tener un conocimiento sólido y preciso del recurso. Los conocimientos del recurso son los cimientos sobre la que se construyen los servicios interpretativos; y los mensajes que elaboran y transmiten las personas que se dedican a la interpretación deben ser una síntesis de ese conocimiento.
Conocimiento de la audiencia
Comprender lo mejor posible a la audiencia es esencial para brindar experiencias gratas al público visitante. Sin un sólido conocimiento de este, no se será capaz de satisfacer sus necesidades.
Técnicas apropiadas
La técnica interpretativa es la aplicación de una idea, truco, estrategia o estilo, para mejorar la efectividad en la captación del mensaje interpretativo, y conseguir así que este proceso sea más ameno y gratificante para el público.
Las distintas técnicas interpretativas se usan para potenciar o aderezar las cuatro cualidades que distinguen a la interpretación de otros tipos de comunicación. Estas cualidades se han convertido en la base de la metodología de la interpretación: la interpretación es amena, relevante, organizada y temática.
Algunas de las técnicas pueden ser: cuentos, citas de textos importantes, participación, el uso del humor y la imaginación, comparaciones, analogías, la ironía, el misterio, la personificación, la estrategia de preguntas y respuestas, uso de los sentidos, la provocación, alusión directa a la persona participante, refranes, etc.
Fuente
Morales, J.: Guerra; F.J.; Serantes, A. (2009). Bases para la Definición de Competencias en Interpretación del Patrimonio. Fundamentos teóricos y metodológicos para definir las Competencias Profesionales de Especialistas en Interpretación del Patrimonio en España.