1. El agua del océano es el elemento físico predominante de nuestro planeta y cubre aproximadamente el 70% de la superficie de la Tierra. Existe un único océano con diferentes cuencas oceánicas, tales como el Pacífico de Norte, el Pacífico del Sur, el Atlántico del Norte, el Atlántico del Sur, el Índico, el Antártico y el Ártico.
2. Las cuencas oceánicas están compuestas por el fondo marino y por todas sus características geológicas (tales como islas, fosas submarinas, dorsales oceánicas y llanuras abisales), que varían en tamaño, forma y características como consecuencia del movimiento de las placas tectónicas de la Tierra (litosfera). Los picos montañosos más altos, los valles más profundos y las llanuras más extensas de la Tierra, se encuentran todos en el océano.
3. En el océano existe un único sistema interconectado de circulación, impulsado por los vientos, las mareas, la fuerza ejercida por el movimiento de rotación de la Tierra (efecto Coriolis), el Sol y las diferencias en la densidad del agua. La forma de las cuencas oceánicas, así como de las masas terrestres adyacentes, influyen en las rutas de circulación del agua. Esta “cinta transportadora oceánica global” mueve el agua a través de todas las cuencas del océano, transportando energía (en forma de calor), materia y organismos por todo el océano. Los cambios en la circulación oceánica tienen una gran influencia sobre el clima y dan lugar a cambios en los ecosistemas.
4. El nivel del mar es la altura promedio del océano con respecto a la tierra emergida, teniendo en cuenta las diferencias causadas por las mareas. El nivel del mar cambia a medida que las placas tectónicas hacen cambiar el volumen de las cuencas oceánicas y la altura de las masas continentales. También cambia a medida que los casquetes polares y glaciares se derriten o aumentan en volumen, y a medida que el agua marina se expande o contrae al calentarse o enfriarse.
5. La mayor parte del agua de la Tierra (97%), se encuentra en el océano. El agua marina tiene propiedades únicas: es salada, su punto de congelación es ligeramente inferior al del agua dulce, su densidad es algo superior, su conductividad eléctrica es mucho mayor y es ligeramente básica. El balance de pH es esencial para la salud de los ecosistemas marinos y es muy importante para controlar la velocidad a la que el océano absorbe y amortigua los cambios en el dióxido de carbono atmosférico.
6. El océano constituye una parte integral del ciclo del agua y está conectado a todas las reservas de agua del planeta mediante los procesos de evaporación y precipitación.
7. El océano está conectado a los principales lagos, cuencas hidrográficas y ríos, ya que las grandes cuencas de la Tierra drenan en el océano. Los arroyos y los ríos transportan sedimentos, sales, nutrientes y contaminantes desde las cuencas a las desembocaduras y al océano.
8. Aunque el océano es muy grande, es finito y sus recursos son limitados.