La existencia de un sistema de planificación y gestión del agua que garantice el suministro en cantidad y en calidad suficiente es fundamental para asegurar el eficaz desenvolvimiento de una sociedad y de su economía y ofrecer altos niveles de seguridad minimizando el riesgo de fallos en cualquiera de los componentes del sistema.
El sistema de gobernanza del agua de España es un ejemplo de éxito, un ejemplo de la capacidad de adaptación al medio a partir de un sistema de gobierno basado en la planificación, en la participación pública y en el desarrollo tecnológico y la innovación. Un sistema que ha permitido desde hace más de dos mil años garantizar la seguridad en el suministro y un modelo en permanente adaptación a los retos que ha traído consigo el siglo XXI y que sigue permitiendo que la economía española, su sociedad y su medio ambiente den una respuesta eficiente y de plena garantía.
Ahora bien, la apuesta por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda 2030 debe hacernos reflexionar sobre las acciones que debemos acometer para, garantizando la seguridad hídrica, lograr igualmente los objetivos ambientales ligados al agua e impulsar los aspectos sociales del desarrollo sostenible, que en muy buena parte contribuyan a ofrecer soluciones para hacer frente al reto demográfico.
Igualmente, según destaca el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPPC), la región mediterránea resulta especialmente sensible a los impactos del cambio climático. Estos riesgos han sido analizados para diferentes escenarios climáticos, y todos ellos coinciden en destacar la alta probabilidad de deterioro de nuestros ecosistemas fluviales, la presumible disminución de la seguridad hídrica de las demandas y usos del agua y la intensificación de episodios de inundaciones y de sequías.
En este sentido, La Ley 7/2021, de 20 de mayo, de cambio climático y transición energética dispone la necesidad de elaborar en el artículo 19.2 una serie de orientaciones estratégicas en la gestión del agua y el cambio climático con el objetivo de establecer las directrices y medidas que deberá contemplar la planificación y la gestión del agua en España.
Como antecedente significativo de esta estrategia se ha elaborado el Libro Verde de la Gobernanza del Agua, con el fin de generar propuestas de mejora en colaboración con los actores institucionales y las partes interesadas. El objetivo es avanzar en la construcción colaborativa de una mejora en nuestro modelo de gobernanza del agua que nos permita hacer frente a los retos presentes y futuros a los que se enfrenta la gestión del agua.
En relación con la gobernanza del agua en España, el sistema actual no habría sido posible sin una intensa y fructífera relación con el sector empresarial. En colaboración con el ICEX y las asociaciones empresariales más representativas, la Dirección General del Agua ha hecho un esfuerzo para mostrar, a través de un Catálogo los servicios relacionados con al agua que las empresas españolas prestan. Se trata de un documento vivo, que pretende mostrar a la comunidad internacional el potencial de la empresa española para aportar soluciones eficaces y eficientes a los retos que el futuro nos presenta en materia de agua.
Por otro lado, la innovación, conforme a esta Estrategia del Agua para la Transición Ecológica es una de las herramientas claves en todo este proceso, aspecto que se recoge en las principales líneas estratégicas del sector ya identificadas.