Estrategia para la conservación del lince ibérico

Lince ibérico. Lynx pardinus. Autor: Antonio Rivas

El lince ibérico (Lynx pardinus Temminck, 1827) es endémico de la Península Ibérica y está considerado como uno de los felinos más amenazados del mundo. El área de distribución actual se restringe al sudoeste de la Península Ibérica en Portugal y España

Las principales causas de regresión del lince ibérico han sido la elevada mortalidad no natural (por persecución directa o indirecta y por las infraestructuras), el declive de las poblaciones de conejo de monte (por enfermedades) y la destrucción, fragmentación y alteración de su hábitat (por intensificación agroforestal, cambios en la gestión cinegética, grandes infraestructuras, etc.). A estas causas hay que añadir la recientemente documentada pérdida de variabilidad genética y aumento de la consanguinidad, que han derivado en una reducción de la eficacia biológica y una elevada mortalidad por patologías. Las acciones de conservación desarrolladas desde el año 2002, han permitido disminuir significativamente el riesgo de extinción de la especie gracias al aumento de los efectivos poblacionales y a la minimización de pérdida de variabilidad genética.

Por la distribución supranacional del lince ibérico, se ha aprobado la Estrategia de conservación del lince ibérico conjuntamente para España y Portugal. Sería la tercera Estrategia para España, actualizando y sustituyendo a la aprobada en 2008 por la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente, y la primera para esta especie en el marco de la cooperación bilateral entre España y Portugal. Ha sido elaborada por los miembros del Grupo de Trabajo del lince ibérico (GTLI). En Portugal, la participación en su redacción corresponde al ICNF y, por la parte española, a la Dirección General de Biodiversidad, Bosques y Desertificación del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) y las Comunidades Autónomas de Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Extremadura, Madrid y Murcia.

En el ámbito español, el documento ha sido evaluado por el Comité de Flora y Fauna Silvestres, adscrito a la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad, y posteriormente aprobado por la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente en julio de 2024.