La estructura y composición del órgano colegiado de participación pública debe
ser coherente con las características del tejido social y grupos de interés
existentes en la zona. El objetivo es que los miembros del órgano representen
de la mejor forma posible al conjunto de sectores interesados.
El buen funcionamiento de un órgano colegiado de participación pública sólo es
posible si desde todas las partes que lo componen se asumen una serie de
compromisos
Estos compromisos básicos deben explicitarse y también es
recomedable que se expongan formalmente en el documento que regule el
funcionamiento del órgano.
Todos los participantes, y muy especialmente la administración, deben dotar de
contenido real al órgano de participación, llevando a su seno las cuestiones
relevantes que se planteen en cada momento en relación a la gestión
ambiental.
El equipo gestor debe esforzarse en proporcionar la información necesaria para
que los debates y la toma de decisiones estén bien fundamentadas. A menudo será
necesario proporcionar información básica sobre aspectos administrativos,
ecológicos, etc. que pueden ser insuficientemente conocidos por algunos
miembrosdel órgano de participación. Es necesario evitar, en la medida de lo
posible, el uso de jerga técnica que puede resultar incomprensible para algunos
miembros.
Es importante lograr un estilo de debate en el que las distintas opiniones sean
escuchadas con atención y en el que se asegure que todos podrán expresar sus
opiniones. Para ello puede ser necesario contar con un dinamizador que asegure
este ambiente y que, cuando sea necesario, organice los debates para mejorar la
eficacia, evitar circulos viciosos, etc.
El limitado número de personas y grupos que pueden ser miembros del órgano, la
existencia de un tejido social modesto, etc. hacen que sea muy difícil que
todos los intereses y sensibilidades estén bien representados en el órgano.
Para corregir en parte esta limitación se han ensayado diversas posibilidades.
Por ejemplo, en el Parque Natural de Baixa Limia - Xerra do Xurés se ha creado
de forma extraoficial una Junta Vecinal en la que tienen representación todas
las comunidades de montes y todas las aldeas incluidas en el Parque,
asociaciones culturales, ecologistas y de cazadores-pescadores. Los gestores
del Parque Natural convocan esta junta amplia previamente a las reuniones del
órgano de participación oficial (la Junta Rectora), de forma que las peticiones
e inquietudes vecinales son luego trasladadas a la Junta por la dirección del
Parque.
En otros casos se han abierto lineas de comunicación directas
con los ciudadanos (teléfonos verdes, por ejemplo). La secretaría del órgano de
participación se ocupa de llevar a las reuniones las comunicaciones
recibidas.
La posibilidad de contar con "invitados especiales" que
asesoren o planteen sus puntos de vista en temas específicos también contribuye
a "abrir" y enriquecer los debates.
La creación de comisiones y grupos de trabajo temáticos constituye un buen
medio para poder profundizar en temas y tareas concretos.
La existencia del órgano de participación, su composición, papel, tareas que se
desarrollan en su seno o la forma de contactar con los representantes, debe
divulgarse entre la población interesada. Las actas de las reuniones, que
deberán reproducir fielmente los datos, ideas, debates y decisiones tomados en
las sesiones de trabajo del órgano, deberían estar disponibles con rapidez.
Resulta igualmente útil realizar un esfuerzo explicativo en el seno de la
propia administración responsable de la gestión.