La estrecha vinculación que los ecosistemas fluviales tienen con el agua hace, por consiguiente, que sean uno de los ecosistemas que mayor vulnerabilidad presentan ante el cambio climático. El calentamiento global genera un efecto cascada sobre estos ecosistemas a partir de su impacto sobre el balance hídrico, el cual a su vez incide sobre distintos procesos fluviales y sobre la calidad del agua. En su conjunto, estos cambios condicionan a su vez la estructura y dinámica de las comunidades biológicas que habitan estos ecosistemas.
Conocer la respuesta de los sistemas fluviales ante estos cambios resulta de sumo interés para hacer frente a los retos futuros en materia de gestión de los recursos hídricos y para enfocar las labores de planificación y conservación de los ríos y sus sistemas asociados. Esto es especialmente conveniente en España, país que, por su situación geográfica y características socioeconómicas, presenta una especial vulnerabilidad al cambio climático.
Es por ello que en 2015, en el marco del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (PNACC, 2006), desde este Ministerio se lanzó el Plan de Impulso al Medio Ambiente para la Adaptación al Cambio Climático en España (PIMA Adapta). El desarrollo de PIMA Adapta en materia de gestión del agua y del dominio público hidráulico asociado se conoce como PIMA Adapta-AGUA, y tiene como objetivo de mejorar el conocimiento y el seguimiento de los impactos del cambio global y el cambio climático en este ámbito, minimizando sus riesgos y aumentando la resiliencia del sistema frente al cambio climático, de forma que una de las líneas estratégicas del PIMA Adapta-AGUA es el desarrollo de medidas de gestión y adaptación de las Reservas Naturales Fluviales (RNF) y en concreto el establecimiento de una Red de Seguimiento del Cambio Climático en Reservas Naturales Fluviales.
La posibilidad de establecer una red semejante en estos espacios se explica porque las RNF constituyen un escenario excepcional para estudiar los efectos del cambio climático, tanto por ser los ecosistemas fluviales, ya de por sí, especialmente sensibles a estos efectos, como por carecer estos espacios protegidos de presiones de origen antrópico que puedan interferir en la relación de los cambios observados en dichos ecosistemas con los efectos del cambio climático.
La finalidad del establecimiento de una Red de Seguimiento del Cambio Climático en Reservas Naturales Fluviales es la obtención de datos a largo plazo para la evaluación de los efectos del cambio
De las 135 RNF existentes en las cuencas intercomunitarias, se han seleccionado 50 RNF para ser integradas en esta red, que forma un subconjunto de las mismas de tipologías heterogéneas que, por sus características, han sido consideradas las más apropiadas para formar parte de dicha Red de Seguimiento. En estos momentos se esta aplicando la red para incluir adicionalmente RNF en las cuencas intracomunitarias.
Se ha redactado un Protocolo de seguimiento del cambio climático en Reservas Naturales Fluviales, que se está implantando en esta Red, e incluye una primera propuesta de variables de seguimiento y procedimientos de monitorización para permitir la observación, seguimiento y la comparabilidad futura de cambios en las RNF seleccionadas para este fin.
Desde año 2019 se ha iniciado la aplicación del mencionado Protocolo en las RNF de la Red se Seguimiento del Cambio Climático, obteniendo datos de las variables propuestas que servirán para determinar el estado de las reservas en el punto de partida de este seguimiento, y poder analizar su evolución en los próximos años.