La Instrucción para el Proyecto, Construcción y Explotación de Grandes Presas de 1967 es un conjunto de criterios fundamentalmente técnicos que, debido a la rápida evolución de la tecnología de presas, pronto se vio que necesitarían ser revisados.
En 1982 se produce la rotura de la presa de Tous y desde la Dirección General de Obras Hidráulicas se decide impulsar la modificación de la Instrucción. Se organiza, para ello, una serie de coloquios entre técnicos, dirigidos por la Comisión Permanente de Normas para Grandes Presas. La dificultad de llegar a un consenso suficiente dificultó la redacción por dicha Comisión Permanente de una propuesta de norma de seguridad aceptable para presentarla a la Dirección General de Obras Hidráulicas.
En julio de 1993, finalmente, dicha Comisión presentó a la Dirección General de Obras Hidráulicas de Norma sobre Seguridad de Presas y Embalses que, después de diversas correcciones, se aprobó por O.M. de 12 de marzo de 1996 como el "Reglamento Técnico sobre Seguridad de Presas y Embalses".
El nuevo Reglamento supone un cambio total de filosofía respecto a la Instrucción. Además de tener un carácter abierto y no incluir preceptos técnicos de detalle, sino criterios organizativos y de control de la seguridad, incluye los nuevos conceptos existentes actualmente en el mundo en materia de seguridad de presas. Así, en lugar de exigir los mismos requisitos de seguridad para todas las presas, como prescribe la Instrucción, el criterio esencial de seguridad consiste en considerar los daños potenciales que produciría la presa en caso de rotura, clasificar las presas según este criterio en distintas categorías de riesgo y aplicarles criterios de seguridad más o menos exigentes según dicha clasificación. Este Reglamento se aplica, de momento, únicamente a todas las presas nuevas y a las existentes cuya titularidad corresponda al Ministerio de Medio Ambiente.
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